Cuando una persona alcanza el nivel estratosférico de fama del que disfruta alguien como Justin Bieber, debe cuidarse de mantener su integridad física a salvo. El ídolo adolescente ha logrado salvar la vida gracias al trabajo de la policía norteamericana, que ha logrado poner freno a un siniestro plan que tenía como objetivo castrar al cantante con unas tijeras de podar y posteriormente estrangularlo.
Los presuntos culpables son Dana Martin, un presidiario que actualmente cumple dos cadenas perpetuas por violar y asesinar a una menor de edad, y sus dos asociados. Al parecer, Martin es un fanático enamorado de Bieber y su plan era una venganza, ya que el artista jamás contestó a las cartas que este le enviaba desde prisión. Por suerte para Justin, la policía grabó todas las conversaciones entre el presidiario y sus socios y pudo evitar que la masacre se llevara a cabo.
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