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Pantalones negros: Con un buen corte, van con todo y el color disimula las redondeces. Ideal para el trabajo con una chaqueta, para una noche chic con un top de seda, y de último grito con una túnica.
Vaqueros: Es esencial que la forma siente bien, realce los puntos a favor y camufle los defectos, aunque te lo tengas que comprar en varios modelos.
Mini vestido negro: Intemporal, sienta bien a todo tipo de cuerpos y es ¡un punto chic que nos queda bien a todas!
Trench: Lauren Bacall, Jane Birkin y tantas otras se desviven por él. En tonos pastel y siempre con el cinturón atado. Más bien largo o incluso por encima de las rodillas.
Abrigo tres-cuartos: Representa una inversión ya que debe de ser lo suficientemente sólido como para durar varios inviernos. De corte clásico, recto pero ligeramente entallado en la cintura.
Camisa blanca: Con un vaquero, un pantalón fluido, una falda de talle alto… ¡es una prenda obligada esta temporada! Debe ser bastante larga, con el cuello y los puños relativamente rígidos y el algodón de un grosor adecuado, no muy transparente. Cuidado al lavarla, ya que se puede poner gris con facilidad.
Jersey de cachemir con escote de pico: las hay que se lo cogen al novio… suave, caliente y femenino, te viste con voluptuosidad y lujo. En negro o camel, encarna el country chic.
Chaqueta cruzada: Práctica, se anuda sobre un vestido y viste un top básico. Sensual, deja ver un bonito escote, incluso para las que no tienen mucho pecho.
Tops de seda: blusas, camisas, camisetas de tirantes… Seleccionamos varios de diferentes colores. Son de lo que no hay para dar un toque elegante chic y divertido a un traje.
Camisetas sin mangas: no escatimamos ni en cantidad ni en variedad de tonos. Resaltan unos bonitos hombros y se llevan constantemente debajo de una camisa abierta, un jersey, un top transparente o sobre una camisa para darle un aire más funky. Nos atrevemos con las superposiciones de las camisetas sin mangas para seguir la tendencia.
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